viernes, 27 de diciembre de 2013

Meter al diablo en el infierno


"La joven, que nunca había puesto en su infierno a ningún diablo, la primera vez sintió un poco de dolor, por lo que le dijo a Rústico:
    - Por cierto, padre mío, este diablo debe ser mala cosa, y realmente enemigo de Dios, porque no sólo a los demás, sino incluso en el infierno, hace daño cuando se le mete dentro.
Dijo Rústico:
    - Hija, no siempre sucederá así.
Y para lograr que esto no sucediese, antes de levantarse del lecho le metieron allí unas seis veces, tanto que por esa vez le quitaron de tal modo la soberbia de la cabeza, que él por fin se estuvo en paz.
Pero como luego, en lo sucesivo, le volvió más veces, y la joven, siempre obediente, se dispuso a quitársela, sucedió que el juego comenzó a gustarle y comenzó a decirle a Rústico:
    - Bien veo que tenían razón aquellos buenos hombres en Gafsa, que servir a Dios era una cosa tan dulce; y por cierto, no recuerdo haber hecho nunca nada que me diese tanto deleite y placer como meter al diablo en el infierno; y por ello considero que todo el que se ocupe de otra cosa que no sea servir a Dios, es una bestia."

Giovanni Boccaccio

viernes, 22 de noviembre de 2013

El embrujo de Tenorio como espectador




En mi vida había visto semejante niebla en la ciudad califal. Parece que la noche del veintidós congela, definitivamente, las pocas ramas que del cerezo sobrevivían.

Domingo Campos Migueles

domingo, 15 de septiembre de 2013

La Traviata

El telón bajado, todos los artistas entre bambalinas, los músicos afinando sus instrumentos, cada uno deseándole a su semejante "mucha mierda". Y es cuando esa tela roja que tan linda se ve desde fuera, pero aun más desde dentro, decide izarse a lo más alto del Gran Teatro de Córdoba. 
El corazón se acelera, las notas cobran vida en manos de esos artistas, a los cuales los hacemos llamar, músicos. Es nuestra señal, es hora de salir a escena. Piso las tablas del escenario ante más de ochocientas personas.
Cada pieza suena mejor, cada voz se proyecta con más intensidad, cada gesto tiene más delicadeza el día de la función. 
Ver lágrimas en los ojos de los compañeros del coro por la interpretación que contemplábamos de Violeta, no hacía sino que se me erizase más la piel si cabía. 
He tenido la gran suerte de trabajar con todos ustedes, desde el coro, las y los solistas, regidora, utilera, sastras, técnicos, personal del teatro, músicos, coreógrafo, directora, y sobre todo, con ustedes dos, mis dos compañeros de figuración y dobles de luces, el señor Blanes y el señor Chumillas. A todos y cada uno de ustedes, por esta linda oportunidad que me han brindado, un servidor les estará eternamente agradecido.
Fue ese patio de butacas, platea, palcos, anfiteatro y paraíso en pie aplaudiéndonos, lo que me ha hecho sentir de una manera muy especial.
Lo hice. Debuté en el espacio escénico más lindo de mi tierra.

Domingo Campos Migueles

viernes, 13 de septiembre de 2013

Afortunado

A unas horas de debutar en el Gran Teatro de Córdoba, me siento afortunado, vivo y con ganas de disfrutar encima de las tablas con la ópera La Traviata.
Domingo Campos Migueles

lunes, 26 de agosto de 2013

El amor después del amor

El tiempo vendrá
cuando, con gran alegría,
tú saludarás al tú mismo que llega
a tu puerta, en tu espejo,
y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Seguirás amando al extraño que fue tú mismo.
Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor
a ti mismo, al extraño que te amó
toda tu vida, a quien no has conocido
para conocer a otro corazón,
que te conoce de memoria.
Recoge las cartas del escritorio,
las fotografías, las desesperadas líneas,
despega tu imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.

Derek Walcott

martes, 20 de agosto de 2013

Vivir mi vida


Marc Anthony

Gracias de corazón

Sois vosotros: médicas, enfermeros, ATS y demás profesionales de la sanidad, los que merecéis uno de los mayores reconocimientos de la sociedad. Día a día me demostráis el esfuerzo por el cual os admiro tanto. Con vuestra fuerza de voluntad, vuestras ganas de ayudar, vuestra solidaridad en misiones humanitarias y vuestro amor por curar y cuidar, no puedo deciros otra cosa, en una noche como ésta, que... gracias.

Domingo Campos Migueles


lunes, 19 de agosto de 2013

Kaizen

'Los niños perdidos' de Laila Ripoll, 'Nosferatu' de Francisco Nieva, 'Divinas palabras' de Valle-Inclán, 'La señorita Julia' de Strindberg, 'Junaanmi' de Mikel Rui: tantas y tantas obras forman ya parte de mi vida. Ha sido hoy, reorganizando y archivando obras cuando me he dado cuenta, lo que ha dado de sí este curso académico. 
Pensé en escribir esto hace bastantes meses. Conforme me iba sucediendo cada uno de los hechos. De manera totalmente diferente. Pero esperé hasta que llegara el mejor momento.
Sin concretar ni con el objeto de hacer saña: recuerdo este curso como uno de los años de mi madurez. Año duro donde los haya. He pasado por disputas; he sabido plantarme y decir no (hecho que recomiendo pongan en práctica, les hará mejores); conversar; he sabido rectificar; pedir perdón cuando debía; sufrir; recomponerme; conocer el amor de nuevo; escuchar falacias sobre mí; sonreír; ser generoso; decir la verdad; afrontar los errores a la cara; y, sobre todo, aprender el significado de la palabra, kaizen.
Visualicemos el futuro, vivamos el presente y archivemos el pasado. Porque es eso, algo que te aportó, que te ayudó a crecer positiva o negativamente, pero que ya forma parte de nuestras vivencias personales.


Domingo Campos Migueles

martes, 13 de agosto de 2013

Cesó

Martes y 13: curioso... Dicen que da mala suerte. Pero supongo que en mi caso, y dado que es mi número favorito, me sirve para replantearme y darme cuenta hoy, que cada día que pasa, la vida te enseña a comportarte con respeto, sensatez y coherencia. Cada acto de esta índole que realizas debe estar fundamentado en lo sentimental y no en lo impulsivo.
Es lícito olvidar, pero hay olvidos que si realmente han llegado tan pronto, considero, sin duda alguna, que ese sentimiento, con la misma intensidad, nunca existió hacia un servidor.  
Si tan presurosa se acabó la lucha, es porque realmente algo no era manifiesto. Así, que tal y como me dijeron hace unos días: "¡Enhorabuena, a vos le espera algo mejor!".

Domingo Campos Migueles


jueves, 25 de julio de 2013

Amistad, ¿leyenda o espantapájaros?



Al reencuentro hoy con una antigua compañera de instituto, que por cierto me ha alegrado mucho ver, con su correspondiente conversación, y con la visualización de este vídeo, realmente me doy cuenta de que a veces la amistad, palabra bella donde las haya, necesita de una alimentación mutua. 
Pasa en la familia, pasa en la pareja, pasa con los compañeros y pasa, incluso, con los amigos, oye; el hecho de que en la vida conoces muchas personas; algunas te aportan mucho; las hay que te aportan algo; otras, sin embargo, piensas que ojalá mejor no haberlas conocido. Pero realmente, de todo se aprende, de todas se aprende, todo forma parte ya de nuestra vida. 
En algunos ámbitos les habla un "culillo de mal asiento". Pero lo que sí tiene claro éste, es quien tiene las ideas asentadas, a quien echa de menos, y quien sabe que le va a coger el teléfono para ayudarle si así lo necesita. Por mucha distancia que haya, por muchos años que hayan pasado desde que se conocieron, por muy poco contacto que exista. Por favor, sepan elegir a las personas que quieran que estén a su lado, es decir, utilicen adecuadamente la palabra amiga o amigo; es demasiado bonita como para ir esparciéndola por ahí. Porque la amistad es una cosa de dos, porque si ambos no riegan ese mismo jardín, éste... se seca.
A veces, es ya demasiado tarde.

Domingo Campos Migueles

martes, 23 de abril de 2013

¿Miedos?

El ruido me invadía la cabeza, me vibraban los músculos, me crujían las vértebras... Los pinchazos al que mi cuerpo era sometido, no hacían sino debilitar cada una de mis extremidades, como caían mis brazos, como mis piernas resistían, pero como cuando mis pies eran torturados de esa manera, mi cuerpo quedaba postrado por completo hasta sentir el dolor en el suelo. 
Empezaba a incrementarse mis miedos, todo cuanto llegaba del exterior de mi ser significaba peligro. Pero ahí estaba ella, ahí estaba aquella brizna que, en un principio, yo no quería aceptar; aunque su dolor y sus mismas preocupaciones me hicieron darme cuenta que lo que me estaba pidiendo era ayuda.
Éramos una... sí; ambas briznas nos convertimos en una. Ambas sufríamos, ambas estábamos doloridas. Pero conforme su llanto crecía, el mío, y mi miedo, iban disminuyendo. Me convertí en su protectora, prefería sufrir yo antes de que ella pasara por más tormento. Me rodeaba, golpeaba, arañaba a cualquier ser que pudiera dañarla, pero, sobre todo, la abrazaba.
Cuando comenzaron a intentar separarnos, la necesidad de permanecer unidas, el dolor y la desesperación que sentían nuestros filamentos se transformaban en gritos, en apretones y en arañazos.
Lo consiguieron, nos rompieron. Pero solo físicamente, porque nuestras almas seguían juntas. Y es por ello, que cuando lo externo dejó de castigarnos, nuestras respiraciones se buscaron, se buscaron... y se encontraron. Hasta quedar totalmente fundidas en un abrazo. 
Quiero que sepas, que aunque tu raíz ya no esté contigo físicamente, siempre estará en tu corazón. Y que cuando te falte un abrazo, ahí estaré yo. Obviamente no es lo mismo, pero tú eres mi brizna. 
Ha sido una de las mejores experiencias de toda mi vida, una que jamás olvidaré. Y la he pasado a tu lado. Gracias.  

Domingo Campos Migueles

martes, 26 de marzo de 2013

Mi mejor regalo

Ayer fueron los dos patitos. Cuando acaba un año natural o cumples años, las personas suelen hacer reflexiones acerca de lo acaecido. Yo la haré, de manera sonriente, sobre el aniversario de mi vigésimo segundo cumpleaños.
Comenzó contigo, mirándote a los ojos. Llegaron mi mamá, mi papá y mi hermano para cantarme y darme mis regalos. Y hubo caras sonrojadas, continuando acto seguido una conversación que jamás olvidaré.
Más tarde, tocó dormir. Descansé placenteramente. Y al levantarme, recibí la llamada de mis abuelos para felicitarme y decirme que tenía un regalo muy lindo: mis tres pitufos, que son mis soles, venían del pueblo a comer. Fue verlos y mi cara de alegría fue así como la sonrisa de `El gato con botas´, grande y gatuna.
Soplé las velas, comimos una tarta de bizcocho con chocolate muy sabrosa y pedí mi deseo. Jugué con ellos, les vi reír, te vi reír y me llenasteis de vida.
Una vez marchada la familia, vinieron mis dos mejores amigos. Me sentí... como diría, como en familia, así que retiro lo anterior. La familia no se había ido, sino que vinieron otros familiares.
Y el círculo se cerró, se llegó a las doce del día siguiente, y mi mirada estaba clavada en la tuya.
Tu sonrisa y tus ojos... son mi mejor regalo.

Domingo Campos Migueles

jueves, 21 de marzo de 2013

Estaré ahí


Volumen, proyección, intencionalidad... Todo esto y más está por mejorar, algunos objetivos los he conseguido, otros los voy consiguiendo y, otros, quizá, no los consiga jamás. Pero todo en la vida es un proceso, hoy no me he sentido bien encima de las tablas, pero sí lo hice hace unos días. Shmuel y Bruno me ayudaron a transmitir encima de un escenario, hay personas a las que le llegó, a las que le emocionó, por ello pienso que mi lugar está en la escena. No sé cómo, quizá como dramaturgo, como director o como actor textual, pero sé que voy a estar ahí. Quizá mi lugar esté en el cuerpo y no en la voz, a lo mejor, mi futuro pase por la interpretación gestual, por la RESAD, por Madrid...
Pero estaré ahí, ahí encima... 

Domingo Campos Migueles

miércoles, 6 de marzo de 2013

Hasta siempre, comandante

¿Cuál será ahora nuestro próximo Satanás?, ¿de qué van a vivir ahora la prensa española en Latinoamérica? Una barrera menos para el capitalismo. Lástima. Que nadie se extrañe si mañana hay una nueva reforma laboral, una nueva imposición del FMI. No hay dos con su coraje y eso es lo que necesitaba nuestro mundo, políticos valientes, capaces de decirle basta al Capital. Era nuestro pequeño satanás, pero fue la liberación y la oportunidad de millones de personas frente a la oligarquía que implantó Estados Unidos en la región. Le pese a quien le pese.

Será siempre el Libertador, el del siglo XXI, el que nos hizo confiar en que el Fin de la Historia aún no había llegado. Un referente, un ser humano, muy humano. Esta noticia es hoy una satisfacción para muchos, mañana será tal vez un pesar. Por la ceguera, esa ceguera.

Hasta siempre, comandante. ¡Arriba la Revolución Bolivariana!

Luis Miguel Castilla

martes, 29 de enero de 2013

Ya, si eso... mañana


Hoy no puedo más, y aun así mi día no acabó. 
Clase a las ocho y media donde... bueno, he aprendido, pero, claro está, el morbo es lo que prima. 
Clase a las diez y media, parece ser que no nos queda claro una cosita, yo estoy matriculado en interpretación textual, que no musical. Aunque parece que es difícil de entender. Yo puedo intentar captar la mente de los contenidos de la asignatura. Aunque parezca obvio lo que hay que hacer, y ya que, de momento, hay que darla, si no es mucha molestia, me gustaría, aunque sea solo un poquito, me transmitieran algún que otro conocimiento. Puesto que a mí no me sirve el que si no me sale o no me suena bien ciertas palabras unidas por un ritmo musical, se las den a otro compañero y/o compañera. Y así, minuto tras minuto, clase tras clase, tenga la sensación cuando salgo un viernes a las tres del palacete de los aristocratuchos de los Fernández de Mesa, de que pierdo seis horas semanales de mi vida; entre otras tantas.
Clase a las doce de la mañana, ¡continúa el día! ¡yuhu! Dentro de lo que cabe, siempre patente el descontrol horario y organizativo, no ha estado del todo mal la clase. Puede estar hoy orgulloso, se ha ganado el pan.
Llega la hora de la comida, ¿me voy a mi casa a disfrutar de la compañía de mi familia y comer sano de la excelente comida de mi queridísima madre? ¡No! ¿Para qué? Pudiendo comerte un bocadillo de tortilla precalentada en ese microondas de última generación. ¿Eres tonto, Domingo? ¡No te pierdas esa delicatessen!  
Pongámonos a ensayar, ¿no? Para eso no has ido a tu casa, para aprovechar el tiempo ¡Ah, no! Deben abandonar la ESAD Miguel Salcedo Hierro (tiene cojones por otro lado cambiarle el nombre a un centro superior para ponerle eso, lo cual nos acerca más tristemente a lo que se podía llamar "por debajo de instituto") porque no existe ningún responsable que se quede a vuestro cuidado, ¡oh, qué grandes somos! Pero ¡error!, sí había un adulto docente que permaneció en el centro mientras nosotros tuvimos la suerte de ensayar en otro espacio gracias a una compañera, si no, hubiéramos perdido el tiempo por falta de lugar de ensayo.
Volvemos al palacete, montamos un relato acrobático en el que dadas nuestras circunstancias... académicas, el ambiente de crispación es sutilmente curioso. Aunque no importa tanto, porque es de las pocas asignaturas donde las clases de este docente, realmente, merecen la pena. Y esto, lo digo de cabeza y de corazón.
Me voy a otro ensayo, ¿sabéis una cosa? Estoy en la Escuela Superior de Arte Dramático, especialidad interpretación textual, y es la primera vez en todo el día que he hecho eso para lo que realmente me matriculé, interpretar textualmente. Tanto al director, los que estuvieron, como a los que no pudieron asistir, gracias. Sois el teatro en sí.  
Continúo ensayando, ahora toca, el maravilloso mundo de El lago de los cisnes. No digo que no me guste, pero me parecen excesivas exigencias.
Y ahora llego a mi casa y me pongo a escribir estas palabras. No he pretendido ofender a nadie. Sencillamente necesitaba desahogarme. Mi madre me ha dicho que tenga cuidado con lo que estoy escribiendo, pero yo soy un alma crítica. Si gusta bien y si no, así soy yo. 
A pesar de todo lo acaecido en el día, hoy me he sentido lo unido que no me sentía a mis compañeros hacía mucho tiempo. Y a pesar de todo el correveidile de la famosísima Esadpedia, esta clase tiene esencia. 
A ustedes les deseo una noche llena de dulces sueños, yo me descubro en una noche llena de rond de jambe, fondu, retiré, pas de bourrée... Porque si algo tengo claro, es que si me comprometo con algo, a sabiendas de que no es pragmático en mi vida... lucho por ello hasta conseguirlo. 
Solo quiero que nos planteemos algo un tanto complejo, pero necesario, ¿ésta es la Escuela que queremos? ¿Por qué la mayoría de las compañeras y compañeros han pasado por la ya obligatoria crisis de segundo? ¿no será porque sobran asignaturas? ¿no será que el plan de estudios no tiene sentido? ¿no será porque el compromiso de alumnado y profesorado brilla por su ausencia?

Domingo Campos Migueles


jueves, 24 de enero de 2013

¿Dónde está tu amor por la escena?

La inexistente lucha por el colectivo educativo artístico, no nos lleva sino a la pérdida de interés por algo que se supone nos une a todos, el amor por el teatro. Pero no solo podemos quedarnos a nivel de este centro, debemos llegar incluso a la unificación de fuerzas con las otras Escuelas Superiores de Arte Dramático, tanto a nivel andaluz como estatal; y más si cabe, a la unión de las enseñanzas artísticas. 
Si algo tengo claro en la vida, es que si quiero algo, lucho por ello. Y si tengo que criticarlo y enfrentarme a él, solo así lo haré más fuerte. Únicamente, y de momento, me queda deciros una cosa: Tú, ¿estás con nosotros?

Domingo Campos Migueles